Ciertamente esta pandemia ha cambiado todo en este mundo. Desde las demostraciones de afectos, hasta la posición de grupos de científicos y personas referentes a lo que se debe hacer para enfrentar esta pandemia. Quiero comenzar aclarando que esto es un artículo de opinión y aunque se utilicen referencias para justificar algunos aspectos de este texto, no deja de ser una opinión muy personal sobre el covid 19.
He decidido llamar esta publicación “Cuando la estadística eres tú” debido a que el covid-19 tiene una tasa mortalidad que ronda entre el 3 y 5%, siendo esta con mayor frecuencia en pacientes con edad avanzada y/o con patologías previas.
Estas estadísticas sugieren que si no estás en ese grupo de riesgo lo más probable es que sanes y tu vida siga como hasta ahora la has llevado, pero si te encuentras en este grupo de riesgo solo debes sentarte a esperar tu muerte mientras ocurre el milagro. Sin embargo, hemos visto como personas jóvenes aparentemente sanas han fallecido por culpa de esta enfermedad por lo que cualquiera puede ser “la estadística”.
Aunque al principio muchos dudábamos de la severidad de esta enfermedad, lo cierto es que, en este momento de la historia, todos conocemos a alguien que ha tenido, tiene o ha fallecido por esta enfermedad. En mi caso particular, un compañero de trabajo y un familiar muy cercano han partido debido a esta situación y otros varios han tenido la enfermedad y la han podido superar.
Ahora bien, una vez contagiado, existe 10% de probabilidad de que te compliques y debas ser internado en un hospital y 3-5% de probabilidades de que mueras debido a esta enfermedad. Pero si al lanzar los dados, sale tú número de la suerte, tu probabilidad acaba de cambiar a un 100%. Ahora tú eres la estadística.
De nada valió que la enfermedad no esté en el top 10 de las causas de muerte en el mundo, o que cientos de personas digan que existe más probabilidad de ser atropellado por un automóvil que contraer Covid-19. Tú has pasado a ser parte de esos números donde cientos de miles de personas creen que son “»una población pequeña” y que a ellos no les afectará.
Y lo más probable es que no les afecte, pero en ese momento tu mundo ha cambiado, la de tu familia y seres queridos. Es difícil explicar el miedo que se siente tener miedo a ser parte de esa estadística o peor aún saber que eres parte de esa estadística y no saber si ganarás el siguiente boleto. Al final lo único cierto es que en esta enfermedad todos tenemos un ticket y nadie quiere ser el ganador.
Diego J Romero H.
@nutricioncondiego
